martes, 15 de febrero de 2011

Gürtel, PalmaArena, Merca Sevilla, Filesa, Malaya, Roldán, Palau de la música, Expo92'...

Como leí en su día: Contra la usura (y la corrupción), soga y mano dura.

sábado, 12 de febrero de 2011

El mañana nos pertenece

"¡Miradnos! ¡No estamos sofocados! ¡Nuestro corazón no siente la más ligera fatiga! ¡Está nutrido de fuego, de valor y de velocidad! ¿Esto os asombra? ¡Es que vosotros no os acordáis de haber vencido nunca! En pie sobre la cima del mundo arrojamos nuestro reto a las estrellas!"

Marinetti

miércoles, 9 de febrero de 2011

Franco era antifascista

A la mayoría se le llena la boca cuando se habla de franquismo y, de estos, los muchos, para darle mayor elocuencia a su análisis, no se olvidan de tacharlo de ‘fascista’. Pensaréis que me he vuelto loco al catalogar a Franco de antifascista. Esto, en gran parte, se debe a la asociación ‘fascismo-autoritarismo’ y de ahí, pensamos que Franco por ser autoritario tenía que ser, por ende, fascista. La verdad, análisis bastante pobre para toda persona que se considere mínimamente racional.

A donde yo quiero llegar es que, Franco, a pesar de su coyuntural alianza con el fascismo italiano y el nazismo alemán, de darle al Régimen una pomposidad filofascista los primeros años, le importaba un rábano el fascismo.

Otoño de 1936, José Antonio Primo de Ribera y Ramiro Ledesma Ramos son fusilados en apenas un mes de diferencia en verano ya había muerto Onésimo Redondo. Al de Ferrol le había tocado la lotería antes de tiempo ya que, como decía Julio Cesar ‘Nada es más fácil que censurar a los muertos’ aunque, en este caso, más que censurar, deberíamos hablar de manipular.

Serraño Suñer llegaría a decir:

‘Respecto al mismo José Antonio no será gran sorpresa, para los bien informados, decir que Franco no le tenía simpatía. Había en ello reciprocidad, pues tampoco José Antonio sentía estimación por Franco y más de una vez me había yo -como amigo de ambos- mortificado por la crudeza de sus críticas’

Y apelo al testimonio del ‘Cuñadísimo’ por no hacerlo al ‘vox populi’ ya que era y es sabida la animadversión mutua. Sin embargo, para suerte del Caudillo, José Antonio murió y no en un accidente de avión como Sanjurjo y Mola, si no a manos del ejército republicano lo que le convirtió en el gran mártir de la causa nacional o, mejor dicho, franquista. Tanto es así que fue enterrado en el Valle de los Caídos como si de un faraón se tratase. Vaya, lo mismo que hizo Stalin de Lenin.

Respecto a Ledesma Ramos, cofundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas junto Giménez Caballero* (Gaceta Literaria), no fue elevado a la categoría de semi-Dios, es más, cayó en el olvido, pero su muerte permitió a Franco manejar a su antojo a las JONS. De tal forma que, dos años después de la escisión de estos con Falange Española, Franco las volvió a unificar, para más inri, junto a los requetés tradicionalistas.

Algunos pensarán que esta unión tiene mucho sentido, pero si atendemos al manifiesto de las JONS publicado en ‘La Patria Libre’ veremos que se califica el nacional-sindicalismo de Primo de Rivera como ‘un truco ingenuo, una ficción sin jugo’, ‘algo frívolo’, además de que mantener su apoyo a FE sería ser ‘cómplices de una farsa’. Pero, muerto Ledesma Ramos, seguramente el líder más carismático del nacional sindicalismo y el único que fue capaz de definir que era el ‘fascismo español’ con cierta coherencia, Franco hizo y deshizo a su antojo.

Con lo cual, en 1937 Franco mediante un decreto materializaba la unificación de Falange Española, las JONS y los tradicionalistas carlistas en la FET de las JONS. Si hacemos un análisis simplista ‘derechas-izquierdas’ no encontraremos nada ‘raro’ en esta simbiosis, si vamos más allá nos daremos cuenta que lo que Francisco Franco había hecho era crear un ‘Frankenstein político’. Además de unificar dos partidos no muy bien avenidos, hizo de dos formas políticas antagónicas una sola. Los que no estén muy familiarizados, les diré que es como si Marx y Bakunin hubiesen sido forzados a mantenerse unidos durante la I Internacional. Les diré más, las JONS era un partido revolucionario que ansiaba aunar lo social y lo nacional, mientras que el carlismo tradicionalista era, eso mismo, un partido tradicionalista monárquico que buscaba poco menos que volver al absolutismo decimonónico.

Pero el que durante 40 años fuese Jefe del Estado español no las tenía todas consigo, en el seno de FE aparecieron voces disidentes como la de Manuel Hedilla (líder de Falange tras la muerte de José Antonio) que se negó en rotundo a la unificación, ¿la respuesta? Hedilla fue detenido y condenado a muerte por conspirar contra Franco, condena que fue conmutada con el destierro a Canarias.

Vemos por lo tanto, como la afinidad de Franco con los dirigentes fascistas era más bien nula. El era un simple militarucho surgido de los confines de Marruecos y con aires de grandeza.

Con esto no intento ‘dulcificar’ el atroz régimen franquista ni la figura de su máximo dirigente, simplemente llamar a las cosas por su nombre. Si Franco hubiese sido realmente fascista, en la vida se le hubiese pasado por la cabeza esas unificaciones antinaturales, su único objetivo era erigirse dueño y señor de España a cualquier precio. Es más, decir que era antifascista no es tan descabellado pues con sus maniobras lo único que consiguió fue acabar con el fascismo genuino.

Ante eso, cabe preguntarse ¿podría tener miedo Franco de que el proyecto fascista comandado por Ledesma Ramos o el de José Antonio le terminara haciendo sombra? ¿unificar a tradicionalistas, jonistas, falangistas le sirvió para diluir la fuerza interna de estos grupos y así, tenerlos a su merced? Ahí dejo las preguntas...

Para concluir, decir que no es mi intención hacer apología de ninguna ideología, pero si a la gente le pica no hablar siempre de lo mismo, que se rasque.

Manifiesto de las JONS en ‘La Patria Libre’:

http://www.ramiroledesma.com/nrevolucion/lpln1a2.html

* La figura de Ernesto Giménez Caballero es interesante. Como ya he dicho, fue fundador de la Gaceta Literaria, una de las referencias culturales de la España de entonces, lo que le llevó a mantener constantes vínculos con Alberti, Lorca o Dalí, entre otros intelectuales de la época, para luego ser una de las primeras figuras públicas de España en mostrar su adhesión al fascismo. ¿Era tal la división de España? ¿Existía una tercera España? Estas cuestiones que serían interesantes de investigar.

lunes, 7 de febrero de 2011

Revisionismo puro y duro

Este humilde blog fue inaugurado ya hace un tiempo con una puesta en escena tan magnífica como la de Wikileaks. ¡Vaya estreno! Por cierto ¿sigue hablando alguien del ‘rarito’ ese? Las revoluciones árabes han impuesto su ley y han arrebatado el primer puesto de las exclusivas a las pataletas de Assange. No sabemos si el australiano ha decidido bajar la intensidad o directamente se ha aburrido de hacer el mono, lo que está claro es que debería aprender de unos que llevan la friolera de 66 años escenificando la mayor farsa de la historia, ¡casi nada!

Si, no hablo de otra pantomima que la de la II Guerra Mundial. Para nosotros, ciudadanos de los países democráticos y civilizados que velan constantemente por la paz mundial, se trató de una cruel guerra a la que un perturbado de origen austriaco nos empujó para satisfacer sus ansias megalómanas.

La pantomima empezó con Nuremberg. Algunos ‘expertos’ califican este ‘tribunal’ como un precedente para los posteriores tribunales internacionales de justicia, es decir, toda una referencia para las relaciones internacionales y la paz mundial. Nada más lejos de la realidad, en Nuremberg no se juzgaron causas criminales, sino políticas. Obviamente, los aliados no eran novatos en esto y como pretexto alegaron crímenes varios. Pero, si realmente hubiese sido un tribunal de justicia, en él se habrían sentado Churchill, Truman, el comandante Doolittle o SIR Arthur Travers Harris. Recalco lo de ‘sir’ porque cuando uno engrosa las filas del ejército vencedor, ser un genocida se recompensa con los máximos honores. No piense el lector que soy tan ingenuo como para pensar que los vencedores de una guerra van a sentarse ellos mismos en el banquillo de los acusados, simplemente pretendía darle la importancia que realmente tuvo: NINGUNA.

Pero, ¿qué causas políticas se juzgaron? Alemania, desde guerra franco prusiana seguía una línea ascendente que la llevó a plantar cara a las otras grandes potencias europeas, a saber, Francia y Gran Bretaña. Sin embargo, el capitalismo alemán no tenía nada que ver con el anglosajón que, hasta entonces, era el hegemónico. Y, además, en un principio, hasta bien entrado el siglo XX, Alemania no suponía un gran problema. Los Estados Unidos tenían en propiedad su continente, como decía Monroe, ‘América para los para los (norte) americanos’, mientras que Francia y Reino Unido ‘poseían’ África y Asia. Por su lado, Alemania, salvo contados territorios en África, era la potencia pobre de Europa. El pastel estaba repartido desde 1885.

Alemania era, como hemos visto, la potencia pobre, pero cuando fijó su mirada al este del Edén, osease, en el Este de Europa, la cosa cambió. Los que tengan nociones de historia sabrán que primero fueron los primos hermanos austriacos, luego los Sudetes y entre territorio y territorio, llegaron a Polonia. La paciencia de las naciones aliadas se había acabado en cuanto pisaron este país, Alemania acababa de pasar de ser una ‘potencial potencia’, valga la redundancia, a una potencia con todas las de la ley y, en consecuencia, se había adueñado de lo que ella pensaba que debía ser su Imperio, ¿acaso no hicieron lo mismo Francia y Reino Unido? ¿Por qué iba a tener menos derecho Alemania?

Es decir, el estado alemán fue sentado en el banquillo de los acusados por osar plantar cara a las naciones que se pensaban dueñas y señoras del mundo.

Pero, obviamente, esta obra no se mantiene 60 años en cartel como si nada. Para ello es necesario llevar a cabo una feroz campaña de control y manipulación social.

Uno de los primeros aspectos que destacamos es el antisemitismo. Parece ser que lo inventaron los alemanes y en consecuencia, poseen plenos derechos sobre la patente. Quién sabe, quizás por usarlo públicamente cobren derechos de autor, ya se sabe, Antisemitismo Marca Registrada.

Bromas aparte, se nos ha hecho creer durante décadas que los alemanes fueron los únicos que por sus venas corría odio al judío. Pero recordemos los progromos rusos (significa devastación o destrucción), en Francia, durante la IIIª República, la persecución mediática e incluso institucional encarnada en el ‘asunto Deyfruss’ y en España… Bueno, aquí no quedaban judíos a los que perseguir, de eso ya se encargó la magnánima y católica reina Ysabel. El antisemitismo no era nuevo en Europa, los alemanes simplemente se hicieron eco de un sentimiento ya existente en el Viejo Continente. Lo cual no es una justificación, ni mucho menos. Lo que si sería interesante y para lo que, desgraciadamente, no tengo los conocimientos suficientes para hacerlo, sería investigar en torno al trasfondo del odio histórico a los judíos en Europa.

Y sobrepasando los límites del Viejo Continente, en Palestina, también se vivieron progromos durante los años 20 y 30. Pero, mejor no lo digáis muy alto que si no, los del palestino y las greñas os tildan de sionistas.

Otro de los argumentos más esgrimidos es el Holocausto. No, no os preocupéis, no pienso negar lo que los nazis llaman ‘holocuento’. Pero, realmente ¿Qué hicieron los nazis que no se hubiese hecho antes?

Para responder a esta pregunta no debemos olvidar que sus contrincantes, los estadounidenses, venían acomodarse en las llanuras del oeste americano a costa de barrer a la población indígena que fue prácticamente esquilmada. Les expulsaron de sus casas, destrozaron su cultura, casi los aniquilan y a los pocos que sobrevivieron, los agruparon en reservas. ¿No les suena? Y tampoco estamos hablando de que esto sucediera en la Edad Media, pues parece que si tiene lugar en épocas remotas es más dado a prescribir. No olvidemos que la conquista del oeste terminó a finales del siglo XIX, es decir, no hay más de 50 años desde diferencia con el Holocausto. Por su lado, las potencias colonizadoras europeas se adueñaron de África y Asia, donde se mató, esclavizó y condenó a muerte a un continente entero que lleva sufriendo la friolera de 200 años seguidos y los franceses, que tan víctimas se han sentido de la ocupación, luego olvidaron la compasión humana con el casi medio millón de argelinos que mataron. Y ya, que los demócratas son tan amigos de las cifras, estaría bien saber las víctimas que ha causado la colonización, tanto directa como indirectamente.

Siguiendo con la escenografía, uno de los aspectos mejor conseguidos es el mito creado entorno a los ghettos como, por ejemplo, el de Varsovia. Pero ¿por qué lo mitificaron? Si estadounidenses y canadienses no se debieron sorprender nada cuando ‘descubrieron’ la que tenían montada los nazis, es más, ellos ya tenían sus ‘‘reservas’’ donde los pocos indios que no habían muerto vivían ahogados por el alcoholismo, la miseria y otras ventajas del estado de bienestar, por no hablar de los esquimales del norte de Canadá cuya situación era y es, aún a día de hoy, igual o peor. Y, me pregunto yo, ¿qué pensaría Rosa Park cuando ‘su gobierno’ bombardeaba salvajemente ciudades enteras en Europa en nombre de la libertad y ella por no poder, no podía sentarse ni en un autobús? Y quien dice Rosa Parks, dice cualquier afroamericano. Si, de esos que no empezaron a tener derechos hasta 10 años después del fin de la IIª guerra mundial. Y digo 10 años, porque el activismo de los Luther King y compañía comenzó a partir del 55. Es decir, que una década más tarde de que los salvadores volvieran de Europa, los negros en Estados Unidos eran poco más que perros.

Y ya, por último, desde una perspectiva más jocosa, podríamos decir que robaron arte. Cuantos belgas u holandeses no habremos visto que consiguen, después de años, recuperar sus obras de arte que les fueron arrebatadas a manos de los nazis. Que alguien vaya al Museo Británico. Si eso no es la viva representación del expolio, que venga Dios y me lo diga.

Pero, lo peor de todo esto, no es tanto que se acuse de ciertas cosas unicamente a unos. Lo jodidamente terrible es que los aliados, desde su posición de vencedores y salvadores, silenciaron y silencian sus propios genocidios durante la II Guerra Mundial.

Porque, ¿qué pasó en Dresden*? ¿o en los foibe** en Istria? ¿o en Hiroshima? ¿o donde fueron hacinados los japoneses que vivían en EEUU tras la II GM? Son estas, algunas de las muestra de que las tropas aliadas no tenían miramientos a la hora de masacrar con extrema crueldad a población civil (niñas, niños, personas mayores, mujeres, hombres…) y, encima, si alguien osa recordar a los muertos de estas masacres o, mismamente, no se conforma con las cifras maquilladas de las potencias aliadas, es automáticamente considerado nazi o fascista. Por no hablar de que sucesos como los foibe, por poner un ejemplo, han sido silenciados durante décadas los países donde tuvieron lugar, en este caso, en Italia. Pero, ¡oye! Que alguien ponga en duda el Holocausto, con suerte, no va a la cárcel.

Entonces, después de toda esta verborrea pedante ¿qué diferencia a los unos de los otros? Sencillo, además de que unos perdieron la guerra y otros la ganaron, lo cual es bastante importante ya que en función a esta relación se asignan los papeles de malos y buenos, los alemanes fieles a su mentalidad metódica y perfeccionista, no lo dudaron, institucionalizaron y planificaron detalladamente la aniquilación de un pueblo entero. El estilo de los aliados era distinto, pero no menos bárbaro y cruel, ellos masacran lentamente, segregan y marginan racialmente o fundan el KKK y condenan a una muerte lenta a aquellos que caen en sus garras.

Pero, como nunca llueve a gusto de todos, hay quien dice que no es comparable, que planificar desde el mismo Estado la aniquilación de un pueblo entero sienta un precedente y es lo que hace al Holocausto nazi único e incomparable. Si, la verdad es que pone los pelos de punta que un estado sea capaz de llevar a cabo tal empresa, pero a mí, personalmente, me da absolutamente igual. Son burdas excusas para intentar dar un mayor peso a lo que hizo el nacional socialismo y restárselo a lo que hicieron los aliados.

Por otro lado, desconozco si las victimas aliadas (entre indios, colonización, masacres durante la guerra mundial…) superará cuantitativamente a los 6 millones de judíos asesinados pero, ¿desde cuando matar a 2 millones de personas (por poner una cifra) es mejor que matar a 6 millones?

En resumen, llevamos más de 60 años viviendo una de las mayores mentiras sobre la cual están sustentados gran parte de los pilares del orden político-social actual. Luego tienen la desfachatez de considerarse moralmente superiores a lo que según ellos no respetan el ‘juego democrático’. Pero, ya vemos cual es su juego…

Pd. A uno que escribe estas lineas, aunque no lo parezca, le repugna el racismo, la xenofobia y cualquier tipo de comportamiento que suponga el sufrimiento de un ser humano inocente. Luego los hay que son tan inocentes, pero bueno, esos ya tendrán lo suyo... Si Dios quiere...

Soga para los demócratas, verdedero cáncer de la humanidad



* Aquí os dejo el link a un pequeño post que hice en un antiguo blog sobre los bombardeos de Dresde http://lainfamiaporbandera.blogspot.com/2010/05/dresde-la-impunidad-del-vencedor.html

** Y aquí un blog en el que comentan lo que fueron los Foibe. El blog en cuestión no es de mi agrado, pero la verdad, salvo algunas personas, nadie denuncia estos crímenes.

http://unavozcontraelviento.wordpress.com/2010/02/10/10-de-febrero-dia-del-recuerdo-a-los-italianos-asesinados-en-las-foibe/


martes, 1 de febrero de 2011

Frase

Después de una semana y pico bastante intensa, retomo -aunque no se por cuanto tiempo- este inconstante hábito. Para ello, os dejo un par de frases extraídas de Los trabajos del infagable creador Pío Cid.

' Soy español nada más, y no me asusto de que abramos las puertas de par en par a todas las ideas, vengan de donde venga. Lo que no me parece bien es que perdamos nuestra personalidad y seamos imitadores serviles.'